El Bombín del Picapedrestre



La instantánea muestra a nuestro colega y amigo Migue Hervás en plena rueda de prensa, a la que, al enterarse de que iba a ser publicada la presente crónica, apuradamente tuvo que convocar a los medios deportivos acreditados, a fin de dejar claro que lo del BOMBÍN de su PICAPEDRESTRES DEL TURIA nada tiene que ver, en cambio, con lo que aquí se dirá, ni con lo British, sino que obedece a otras razones mucho más castizas y musicales.

Aprovechando el Mister del Picapedrestres para añadir que, además, su equipo gana un montón de partidos, de lo cual, como fieles seguidores también de la liga y demás campeonatos de Fútbol Botones de Valencia, desde este blog damos fe. 


"BRITÁNICOS BOTONES"

Inglaterra, cuna del fútbol,
En donde el trato dado a los entrenadores es tal
Que al entrenador respetado, en el Mundo entero, se le llama "El Mister".

Cuánto tendrían que aprender de ello en otros países, en los que basta una racha de derrotas, o una goleadita de nada contra un eterno rival, para que ruede la cabeza de quién?

Pues de quién iba a ser: la del entrenador de turno.

Fuera del Edén de las Islas British,  los entrenadores pasan de ser manteados entre vítores y hurras a la desconsiderada patada en el trasero, con tal facilidad que incluso los autores de la dramaturgia griega clásica más acostumbrados a las veleidades del Destino se habrían quedado asombrados al verlo.

En el Fútbol con Botones somos súper Británicos en esto de tener cada club a su entrenador una consideración y un apego a prueba de cualquier cataclismo.
Y así, aunque son conocidos muchos casos de equipos desastrosos en el plano estadístico, que cuentan sus partidos por sonoras derrotas, no conozco ningún caso -ni uno solo- de un club de fútbol con botones que se haya planteado, siquiera sea de manera remota, la posibilidad de despedir a su entrenador o sustituirlo por otro.
Puede influir en ello -no digo yo que no sea así- el hecho de que en estos clubes la persona del entrenador, o Mister, suele coincidir con las de Presidente del Club, ídem de las Peñas, Jefe de Prensa, etc., etc., o sea, lo que viene a denominarse entre nosotros un Factótum.
Pero de todas maneras ha de haber algo más, pues estoy seguro de que en la mayoría de los clubes de fútbol con humanos está misma concurrencia no sería suficiente para evitar al entrenador en casos de crisis deportiva el fatal desenlace.
Es necesario, por lo tanto algo más. Y ese algo es, a mi modo de ver, esa filosofía práctica, ese talante eminentemente liberal y esa elegancia innata, que, sin ningún género de dudas, a las gentes del Mundo del Botón desde siempre nos caracteriza, viniendo a ser, modestia aparte, claro, como el santo y seña nuestro.


Autor: Marcelo Suarez